Hoy es uno de esos días tan tan tristes en los que el alma sólo encuentra un leve consuelo levantando la mirada y dejando reposar el dolor en los viñedos.
Esta pasada noche ha fallecido, de manera repentina e inesperada, Mariano Beroz. Mariano, presidente de la gran familia de nuestra denominación de origen durante más de veinticuatro años.
Nuestro más sincero pésame a toda la familia, compañeros y seres queridos en este duro trance.
El gran valor de la historia, de la que escribimos con mayúsculas y de las pequeñas que vivimos cada día, no lo dan los años que se suman sino todo lo que en esos años hacemos y cómo lo hacemos.
Mariano, con sus raíces profundas en nuestro Somontano, en nuestras gentes y en el tesoro que nos ofrecía la tierra en forma de uvas fantásticas para elaborar grandes vinos, desde muy joven, veía un futuro grande para Somontano y dedicó su vida a construirlo y a construirlo en equipo.
Él nos enseñó que lo que pueden parecer sueños inalcanzables, con esfuerzo, pasión y alianzas se convierten, finalmente, en metas logradas.
Con él nos maravillábamos de su capacidad de crear sobre la que cada uno aportaba sus fortalezas para crecer y crecer y llevar más y más lejos a Somontano.
Con Mariano, nuestras bodegas, vinos y propuestas de enoturismo crecieron y crecieron apostando por hacer lo mejor con mimo, con cariño y con paciencia.
Él nos inspiró y nos acompañó en el camino vivo y apasionante de crear vinos pensados para disfrutar y compartir y lo hizo con esa sonrisa tan suya que era el mejor cargador de baterías.
Él estuvo siempre. A las duras y a las maduras. Sumando y respaldando a cada uno de los miembros del Consejo en todos sus niveles: pleno, trabajadores, viticultores, bodegueros y colaboradores de nuestra denominación.
Y cuando decidió seguir construyendo Somontano desde el ámbito privado, se fue, en silencio, ofreciéndose a seguir ayudando siempre que fuera necesario.
Mariano, has dejado un legado maravilloso en nuestra denominación pero tan importante como ese legado es el recuerdo maravilloso que dejas en nuestros corazones y por eso, siempre, siempre, siempre, en ellos seguirás.